ETAPA ESCOLAR
Los niños suelen lloran mucho en la etapa escolar porque se separan de sus padres, les dejan en un sitio donde
todavía no entienden que se lo pasarán bien, no conocen a los
maestros, no son el centro de atención y todavía no se imaginan
lo bien que se lo pueden pasar además de aprender y conocer amigos. De momento
tienen que compartir con otros muchos niños de su edad. Y eso, es muy
duro!!!!
Ese “todavía” es muy importante que lo
entendáis vosotros. Los niños viven en el presente y no entienden el futuro.
Sois vosotros los que poco a poco tenéis que ayudarle a entender que lo pasará
muy bien.
Cerca del año, al niño le
cuesta un poquito más la adaptación a la guardería porque está
aprendiendo a recordar a sus padres cuando no están presentes. Aprenden lo que
llamamos la permanencia del objeto. Un niño de esta edad, no entiende que cuando
sus padres se van, siempre vuelven y cuando vuelven. Eso le angustia y llora
porque se siente como abandonado, y además con personas que no conoce. Es una
fase por la que pasan y el juego del cucú tras tras y el escondite les ayuda a
superar este periodo.
Pautas que
ayudan:
Despedirse de los niños
siempre aunque estén muy entretenidos y sea por poco tiempo, y
decirles que vais a volver y cuándo. A lo mejor no lo entienden y lloran. Pero
poco a poco entienden que lo que dicen sus padres se cumple. No os vayáis sin
despediros porque si se dan cuenta es peor y empiezan a dudar y quieren estar
siempre a vuestro lado, por si acaso.
No dejarle en la guardería todo el
día desde el principio. Llevarle poco a poco. Primero unas horas. Si
se lo pasa bien, al recogerlo tendrá ganas de volver al día siguiente. No
dejarle más horas solo porque ha aguantado el tipo. Si no le gusta, estas pocas
horas, le ayudarán a que se acostumbre poco a poco. Más adelante ya le podréis
dejar a comer y después a dormir la siesta. Es preferible hacerlo poco a poco
para que el niño deje de llorar cuanto antes.
-
Dejarle que vaya con su “osito de peluche”
aunque luego lo tenga que dejar en la mochila. Significa que tiene algo familiar
con él, algo de su casa. Es muy importante al principio.
Cuando el niño ya tiene 3
años y va al colegio, la adaptación es distinta. Tiene que quedarse todo el día.
El niño es mayor, tiene lenguaje y entiende el tiempo de otra forma. Si llora
los primeros días, está dentro de lo normal. Hablar con él, calmarle, decirle
que estará bien poco a poco. Les cuesta como nos cuesta a nosotros volver al
trabajo, con la diferencia que nosotros lo podemos entender y hablar y ellos no.
Ir al cole es compartir, ser autónomo, tener pequeñas responsabilidades y eso es
fácil para quién ya ha dado esos pasos en casa. Sin embargo, para aquellos niños
que les cuesta más ser autónomo y no está acostumbrado a estar con niños, le
puede costar un poco más.
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